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Consiste en averiguar qué clase de problema de lenguaje tiene un estudiante, determinan qué lo está causando y deciden cuál es el mejor tratamiento. Ellos pueden ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades, al trabajar con ellos individualmente, en grupos pequeños o en el salón de clases. Los patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar con: Problemas de articulación: No hablar claramente y equivocarse con los sonidos. Problemas de fluidez: Dificultad con el flujo del habla, como la tartamudez. Resonancia o problemas con la voz: Dificultades con el tono de voz, el volumen y la calidad. Problemas para alimentarse: Dificultad al comer, tragar y babear.
Se utilizan estrategias diseñadas para los problemas particulares de cada niño. Esas estrategias podrían incluir: Actividades de intervención del lenguaje: Estas actividades desarrollan habilidades de diferentes maneras, que incluyen modelar y dar retroalimentación a los niños. El terapeuta podría utilizar fotos, dibujos, libros, o terapia de juego. También podría utilizar ejercicios de lenguaje para practicar las destrezas. Terapia de articulación: El patólogo modela los sonidos con los que el niño tiene dificultades. Esto podría incluir demostrar cómo mover la lengua para pronunciar sonidos particulares. Terapia para alimentarse y tragar: El patólogo enseña al niño ejercicios para fortalecer los músculos de la boca. Esto podría incluir masaje facial y varios tipos de ejercicios con los labios, la lengua y la mandíbula. También podría utilizar diferentes texturas de alimentos para que el niño esté más consciente al comer y al tragar.
La terapia de voz es un programa de rehabilitación física para mejorar la función de la laringe (caja de la voz). Por lo general se recomienda terapia de la voz para facilitar la recuperación de la función adecuada de la voz. Los cambios en la estructura o función de la caja de la voz pueden cambiar la forma en que las cuerdas vocales / trabajo laringe y puede dar lugar a estos síntomas: Ronquera Dolor / opresión en la garganta Disminución del rango de tono Dificultad para la proyección de la voz Disminución de la resistencia vocal Debilidad Vocal En la mayoría de los casos, reflujo ácido, uso excesivo de la voz, infecciones del tracto respiratorio superior / resfriados, cirugía, y / o el proceso de envejecimiento preceder a los síntomas anteriores.
Es un tratamiento que estimula el procesamiento auditivo central (capacidad de nuestro cerebro de reconocer e interpretar los estímulos sonoros).La percepción auditiva implica oír, escuchar e interpretar. Por tanto, la terapia neuro-auditiva trata la calidad de la audición, no la cantidad (sordera), de forma que la información auditiva llegue correctamente al cerebro.
Problemas de lenguaje y dicción Dificultad para escuchar y recordar información verbal Hiperactividad Déficit de atención Dislexia Dificultades de aprendizaje Problemas de concentración Problemas de memoria Dificultades para leer y escribir Dificultades de comprensión lectora Rendimiento escolar inferior a las capacidades intelectuales Confusión en algunos sonidos y palabras Dificultad para pronunciar palabras correctamente Dificultad para obedecer órdenes secuenciales Lentitud en las respuestas Audición molesta o dolorosa.
Otitis de repetición Se tapa los oídos Se pone nervioso en lugares públicos con mucho ruido Habla muy alto o chilla Le gusta la música alta, sube el volumen de la tele Hay que repetirle las cosas varias veces Problemas de atención en clase Confunde fonemas, ya sean hablados, leídos o escritos Esta operado de drenajes Retraso en la aparición del lenguaje
Los problemas para tragar no significan motivo de alarma, siempre y cuando las razones se deban que el individuo come muy rápido o no mastica adecuadamente los alimentos. Aunque si el evento se repite varias veces, esto señala que existen problemas en el estado de salud y por lo tanto es necesaria una terapia de deglución. A continuación te presentamos algunas técnicas de rehabilitación para los pacientes que presentan problemas en la deglución de los alimentos.
1. Estimulación de músculos faciales para mejorar el tono muscular: consiste en una serie de masajes que se realizan en el cuello y el rostro del paciente para comenzar la terapia de deglución y detectar cómo se encuentra el tono muscular, dependiendo de esto se efectúan una serie de ejercicios en los que se utilizan métodos como la fricción, pellizcos, amasamiento, vibrador o pinceles que generen cosquilleo.
– Estimulación térmica: consiste en una técnica en la cual se aplica frío sobre las partes bajas de presión para elevar el tono, posteriormente se continúa estimulando con el tacto cuidando que los músculos no se relajen por completo y utilizando bolas congeladas de variadas texturas.
2. Estímulos sobre las estructuras orofaciales: esta técnica se basa en ejercicios contra resistencia, en los cuales el paciente debe empujar con su lengua un depresor y usar un tiralabios para que saque la lengua y tire de ella.
3. Maniobras de deglución: es una técnica que se concentra en ejercitar diferentes tipos de deglución como la supraglótica, resistencia frontal, forzada, maniobra de Mendelssohn y maniobra de Masako.