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Tragar es una acción cotidiana que muchas veces pasa desapercibida, pero requiere de una coordinación precisa entre músculos, nervios y estructuras anatómicas. Cuando este mecanismo se altera y aparecen episodios de tos al comer, atoramientos, dolor o sensación de que la comida no avanza, estamos ante una condición que requiere atención especializada: la disfagia.
La disfagia puede comprometer la nutrición, la seguridad respiratoria y el bienestar general. En la Clínica Visual y Auditiva, acompañamos a las personas que presentan esta dificultad desde un enfoque interdisciplinario que integra rehabilitación, fonoaudiología y terapia ocupacional.
La disfagia es la dificultad para tragar alimentos, líquidos o saliva. Puede manifestarse de forma leve o severa y comprometer distintas fases de la deglución.
Sintomas frecuentes:
Actuar oportunamente evita complicaciones respiratorias y mejora la calidad de vida
En esta fase, la persona recibe el alimento, lo muerde y lo mastica, mezclándolo con saliva para formar un bolo homogéneo y listo para tragarse.
Requiere buena fuerza muscular, movilidad de labios, lengua y mandíbula.
Si se altera:
Dificultad para masticar.
Derrame de comida por los labios.
Alimento acumulado en las mejillas.
Bolo mal formado o sensación de fatiga al masticar.
Aquí la lengua impulsa el bolo hacia la parte posterior de la boca para iniciar el reflejo de la deglución.
Es una etapa corta, pero esencial para que el alimento avance.
Si se altera:
El bolo “no avanza”.
Se requieren varios intentos para tragar.
Quedan restos de alimento en la boca.
Se prolonga el tiempo de alimentación.
Es una de las fases más delicadas. El cuerpo activa mecanismos automáticos para proteger la vía aérea y dirigir el alimento hacia el esófago:
La epiglotis cierra la tráquea.
Las cuerdas vocales se sellan.
La faringe realiza movimientos que empujan el bolo hacia abajo.
Si se altera:
Tos inmediata después de tragar.
Atragantamientos frecuentes.
Voz húmeda o burbujeante.
Riesgo de aspiración, que puede causar neumonías.
El esófago transporta el bolo de forma automática hacia el estómago mediante movimientos peristálticos.
Si se altera:
Sensación de alimento atascado en el pecho.
Reflujo después de las comidas.
Dolor al tragar.
Necesidad de beber agua repetidamente para “empujar” el alimento.
Estas dificultades generalmente están asociadas a problemas estructurales o motilidad esofágica.
Accidente cerebrovascular (ACV)
Parkinson
Alzheimer y otras demencias
Esclerosis múltiple
Lesiones cerebrales traumáticas
Disminución de fuerza muscular
Reducción de saliva
Reflejos más lentos
Estenosis del esófago
Tumores
Secuelas de cirugías de cabeza y cuello
Distrofias
Miastenia gravis
Reflujo gastroesofágico severo
Medicamentos que generan resequedad o debilidad muscular
Estos signos indican que el mecanismo deglutorio puede estar comprometido y debe ser evaluado por un profesional de la salud.
Nuestros profesionales analizan la fuerza muscular, coordinación, movilidad orofacial, manejo de saliva y respuesta frente a diferentes consistencias de alimentos.
Cuando se requiere, se complementa con estudios como:
Videofluoroscopia de la deglución
Endoscopia funcional (FEES)
Estos exámenes permiten visualizar detalladamente el tránsito del alimento y definir el riesgo de aspiración.
El tratamiento depende de la causa, pero generalmente incluye:
Ejercicios terapéuticos, fortalecimiento de músculos orales y faríngeos.
Técnicas compensatorias, maniobras posturales y estrategias para mejorar la seguridad al tragar.
Modificación de consistencias, adaptación de texturas, espesor y temperatura para facilitar la ingesta..
Educación y acompañamiento, instrucciones claras para la persona y su familia sobre cómo alimentarse de manera segura.
Este proceso se articula con el equipo de Terapia Ocupacional de la Clínica Visual y Auditiva, que trabaja en la funcionalidad, autonomía y adecuación de rutinas de alimentación.
La disfagia afecta la seguridad, la nutrición y la calidad de vida, pero puede tratarse de manera efectiva con una atención oportuna. En la Clínica Visual y Auditiva ofrecemos una evaluación integral y un plan de rehabilitación personalizado, con profesionales en fonoaudiología y terapia ocupacional que acompañan cada proceso de forma humana y basada en evidencia.